
En nuestro más reciente episodio de Con Ciencia Colectiva, abordamos una contradicción que define nuestra época: mientras el mundo habla de transición energética, el sistema financiero global continúa invirtiendo masivamente en combustibles fósiles. Para analizar esta realidad, recuperamos la intervención de Andrea Hernández, ingeniera y analista financiera de la ONG Reclaim Finance.
Cifras que alarmanEl dato es contundente: en 2023, los 60 mayores bancos del mundo aportaron 347.000 millones de dólares únicamente para la expansión de energías fósiles. Esto sucede mientras estos mismos actores financieros se comprometen públicamente con la acción climática y la reducción de emisiones.
El papel clave del sistema financiero
Como explicó Hernández durante nuestra conversación, detrás de toda empresa y proyecto relacionado con combustibles fósiles hay actores financieros. Las grandes corporaciones no utilizan fondos propios para financiar sus proyectos de expansión, sino que recurren a bancos y otras entidades financieras.
Esta relación es fundamental para entender por qué, a pesar de los compromisos internacionales y la evidencia científica sobre el cambio climático, las inversiones en energías contaminantes siguen siendo predominantes.
La dificultad de medir el impacto
Un aspecto interesante que surgió durante la entrevista es la complejidad de cuantificar las emisiones de CO2 generadas por el sector bancario. Cada transacción financiera tiene una huella de carbono asociada al uso de energía necesario para procesarla, pero este impacto resulta difícil de calcular con precisión.
La brecha entre compromisos y acciones
Durante nuestro diálogo, Hernández mencionó un indicador clave: para limitar los peores efectos del cambio climático, por cada dólar invertido en combustibles fósiles deberían destinarse 6 dólares a energías sostenibles. Sin embargo, este compromiso está lejos de cumplirse.
Lo más preocupante es que no existen exigencias vinculantes por parte de organismos internacionales, con excepción de algunas regulaciones como las propuestas por la Unión Europea.
Más allá del "greenwashing"
Reclaim Finance busca promover indicadores concretos que permitan a los usuarios evaluar realmente el comportamiento de las entidades financieras:
- ¿Cuánto dinero exactamente están dedicando a proyectos de energías fósiles?
- ¿Cuánto dinero están destinando a compañías que desarrollan nuevos proyectos de exploración y explotación?
Hernández advirtió sobre el fenómeno del "greenwashing" o lavado de imagen verde: de nada sirve que un banco ofrezca productos financieros etiquetados como "verdes" o "sostenibles" si la mayor parte de sus actividades continúan financiando energías fósiles. Incluso dentro de estos productos supuestamente sostenibles pueden encontrarse empresas que siguen desarrollando proyectos contaminantes.
Herramientas para consumidores conscientes
Un aspecto valioso del trabajo de Reclaim Finance es que brinda información para que los usuarios puedan tomar decisiones más conscientes sobre dónde depositar sus ahorros, buscando opciones financieras realmente comprometidas con la sostenibilidad.
La transparencia como principio
El mensaje central que nos dejó la entrevista es la necesidad de mayor transparencia en el sistema financiero. Los ciudadanos tienen derecho a saber exactamente cómo se está utilizando su dinero y qué impacto ambiental tienen las inversiones que realizan sus bancos.
Para conocer más sobre este tema, recomendamos visitar el sitio oficial de Reclaim Finance donde ofrecen herramientas para evaluar entidades financieras, y el informe Banking on Climate Chaos que analiza anualmente las inversiones de los principales bancos del mundo en combustibles fósiles.
No te pierdas este episodio que nos invita a reflexionar sobre la conexión entre nuestras decisiones financieras cotidianas y la crisis climática global.
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